El error cometido en diagnóstico aparece a menudo en la práctica de la medicina, por lo que el médico o facultativo deberá comprobar y controlar minuciosamente todas las pruebas y diagnósticos realizados al paciente, revisando aquellos extremos y matizando las apreciaciones que considere oportunas, tratando de evitar y reducir los posibles resultados lesivos derivados de un error diagnóstico, pudiendo incurrir en una mala praxis o negligencia médica.
En este sentido, la ausencia o retraso en la realización de pruebas diagnósticas que se deberían de haber llevado a cabo atendiendo al cuadro clínico o sintomatología del paciente, así como aquellos daños derivados u originados por errores burocráticos, colapso de la Administración Sanitaria Pública o centros sanitarios privados, etc., podrían generar un deterioro del cuadro clínico del paciente, daños irreversibles e incluso su muerte. Estos errores fundamentarían la responsabilidad derivada del error diagnóstico y el derecho a reclamar del paciente.
El error de tratamiento aparece cuando el médico o facultativo, no actúa diligentemente desviándose del protocolo médico de asistencia habitual, alterando la frecuencia de los actos médicos o curativos estandarizados o actúa de forma contraria a la lex artis ad hoc, aplicando de forma incorrecta la aplicación del tratamiento médico, pudiendo incurrir en una mala praxis o negligencia médica, tales como: incorrecta ocultación del paciente o examen físico, incorrecta realización de la anamnesis, no solicitar las pruebas diagnósticas requeridas, no recurrir a la opinión de otro especialista cuando resulte necesario debido a la dificultad o especialidad del asunto, errores en la prescripción o administración de medicamentos , falta de control en la evolución de una intervención o tratamiento, etc.
Para valorar la responsabilidad médica, debemos analizar conjuntamente dos factores. En primer lugar, deberemos examinar las circunstancias del caso concreto en relación con los conocimientos y aptitudes del médico. En segundo lugar, deberemos conocer el protocolo de actuación llevado a cabo dentro de la asistencia, para valorar si el médico ha actuado diligentemente y en consonancia con el modo de proceder que observaría otro profesional diligente de esa misma especialidad o en esa misma situación, conforme al denominado consenso científico, es decir, que haya cumplido los elementales deberes médicos correspondientes a su cargo y especialidad, tratando de evitar cualquier comportamiento erróneo o contrario a la lex artis ad hoc, que pudiera causar un resultado lesivo o mortal. En este sentido y bajo estos parámetros, si el error cometido era evitable, el error será sancionable.
Ante un error diagnostico o de tratamiento, derivado de una mala praxis o negligencia médica, el paciente o sus familiares podrán reclamar la reparación del daño causado, mediante la indemnización de los perjuicios materiales y morales que hayan sufrido.
Una vez analizado el caso y apreciar que existen datos objetivos y suficientes para sostener y defender que puede existir un error o negligencia médica, explicaremos al cliente cuál es su situación y medios de acción posibles, elaborando un presupuesto real y ajustado a las circunstancias concretas del caso, para que el cliente conozca cual es el costo del procedimiento y expectativas del mismo, con el objeto de poder velar por los derechos e intereses de nuestros clientes y ejercer de forma correcta, su derecho a reclamar respecto de la negligencia sufrida como consecuencia de un error diagnostico o de tratamiento.
MORATALLA ABOGADOS, especialistas en Derecho Sanitario, le asegura un trato profesional y minucioso, respecto de los procesos de reclamación por daños o errores generados dentro de la medicina voluntaria o satisfactoria, derivados de la mala praxis o negligencia médica.